martes, 25 de junio de 2013

LOCUTORAS Y LOCUTORES
A través de una pequeña experiencia  narrada por el dueño de una radio, se puede apreciar de que no es nada fácil hacer de locutor  ni mucho menos, de conseguir a buen locutor de radio. Dado que existen locutores buenos como también locutores malos, es decir hablando desde el punto de vista profesional, las radios necesariamente tiene que hacer una selección de personal y que mejor que elegir a aquellos realmente capacitados para asumir esta labor.
Es cierto que ahora todos pueden hacerla de locutores, bueno; al menos es lo que muchos piensan, pues se tiene la idea de que sentarse al lado de un micrófono y hablar conforme al pie de la letra de lo que te entrega la producción, es cuestión de tener una excelente voz y ya listo. Sin embargo, esa idea que está latente en muchas mentes, es solo imaginación. Ya que hablar por radio necesita de buena concentración, de respetar ciertas normas a seguir, de emplear las mejores estrategias para llegar a los radioescuchas, de tener un sexto sentido que permita mantener a la audiencia en una impaciente espera para el programa del día siguiente, y mucho más, de convertirse en la mejor elección de locutor para el público.
Hablar en radio implica esfuerzo, como todo trabajo, y la principal herramienta para este trabajo es la “voz”. Este regalo de Dios, que nos permite comunicarnos y socializarnos y a quien debemos cuidar y educar como una de nuestras más apreciadas herramientas de trabajo. Y entrenar a nuestra voz demanda de cierto tiempo, pues no es sencillamente practicar y practicar el cómo hablar, sino ejercitar los labios, los músculos que nos ayudaran a tener una mejor gesticulación para saber respirar y controlar el aire.
Al escuchar la voz de un locutor, es decir, con tan solo escucharlo, según el tipo de voz que tenga, de alguna u otra manera nos hace imaginar lo guapo o hermosa que ha de ser, su modo de hablar, las palabras bonitas o su tono de hablar que tenga nos enganchan más al programa que este conduciendo. Nos fijamos tanto en su voz como en lo que dice. A diferencia de cuando escuchamos a una persona físicamente, pues a esta no nos fijamos en su tono de voz sino, a lo que dice y los gestos que emplea para decirlos.
Ahora la pregunta es ¿Cualquiera puede ser locutor o locutora?, no todos lógicamente, pues depende mucho el tipo de voz que la persona tenga y más aún  depende mucho la personalidad, la inteligencia y un óptimo corazón para llegar al público. El que solo tenga buena voz sin tener un toque de inteligencia, sencillamente fracasara.
De cierto modo también está el temor, el que nos hace temer frente a un micrófono, haciéndonos la idea que haremos el ridículo y lo peor que seremos escuchados por muchas personas. Para esto se recomienda comenzar el día con ánimos positivos, estando en cabina y antes de comenzar su programa, respire profundamente, así se sentirá más relajada. Es recomendable también hacer un breve repaso de lo que será su programa ese día, así poquito a poquito ese gran temor que siente ira disminuyendo.
Un locutor o locutora no solamente habla frente a un micrófono, sino que también se entrega totalmente a su labor, logrando llegar a miles y miles de radioescuchas. Tengamos en cuenta que con las ganas, la chispa de humor,  la confianza tanto en el público como en el mismo, la sencillez y sobre todo la inteligencia necesaria, un locutor saldrá siempre triunfador en muchas etapas de su vida, llegando a ser mejor y preferido por la audiencia.




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