LOCUTORAS Y LOCUTORES
A través de una pequeña experiencia narrada por el dueño de una radio, se puede
apreciar de que no es nada fácil hacer de locutor ni mucho menos, de conseguir a buen locutor
de radio. Dado que existen locutores buenos como también locutores malos, es
decir hablando desde el punto de vista profesional, las radios necesariamente
tiene que hacer una selección de personal y que mejor que elegir a aquellos
realmente capacitados para asumir esta labor.
Es
cierto que ahora todos pueden hacerla de locutores, bueno; al menos es lo que
muchos piensan, pues se tiene la idea de que sentarse al lado de un micrófono y
hablar conforme al pie de la letra de lo que te entrega la producción, es
cuestión de tener una excelente voz y ya listo. Sin embargo, esa idea que está
latente en muchas mentes, es solo imaginación. Ya que hablar por radio necesita
de buena concentración, de respetar ciertas normas a seguir, de emplear las
mejores estrategias para llegar a los radioescuchas, de tener un sexto sentido
que permita mantener a la audiencia en una impaciente espera para el programa
del día siguiente, y mucho más, de convertirse en la mejor elección de locutor
para el público.
Hablar
en radio implica esfuerzo, como todo trabajo, y la principal herramienta para este
trabajo es la “voz”. Este regalo de Dios, que nos permite comunicarnos y
socializarnos y a quien debemos cuidar y educar como una de nuestras más
apreciadas herramientas de trabajo. Y entrenar a nuestra voz demanda de cierto
tiempo, pues no es sencillamente practicar y practicar el cómo hablar, sino ejercitar
los labios, los músculos que nos ayudaran a tener una mejor gesticulación para
saber respirar y controlar el aire.
Al
escuchar la voz de un locutor, es decir, con tan solo escucharlo, según el tipo
de voz que tenga, de alguna u otra manera nos hace imaginar lo guapo o hermosa
que ha de ser, su modo de hablar, las palabras bonitas o su tono de hablar que
tenga nos enganchan más al programa que este conduciendo. Nos fijamos tanto en
su voz como en lo que dice. A diferencia de cuando escuchamos a una persona
físicamente, pues a esta no nos fijamos en su tono de voz sino, a lo que dice y
los gestos que emplea para decirlos.
Ahora
la pregunta es ¿Cualquiera puede ser locutor o locutora?, no todos lógicamente,
pues depende mucho el tipo de voz que la persona tenga y más aún depende mucho la personalidad, la
inteligencia y un óptimo corazón para llegar al público. El que solo tenga
buena voz sin tener un toque de inteligencia, sencillamente fracasara.
De
cierto modo también está el temor, el que nos hace temer frente a un micrófono,
haciéndonos la idea que haremos el ridículo y lo peor que seremos escuchados
por muchas personas. Para esto se recomienda comenzar el día con ánimos
positivos, estando en cabina y antes de comenzar su programa, respire
profundamente, así se sentirá más relajada. Es recomendable también hacer un
breve repaso de lo que será su programa ese día, así poquito a poquito ese gran
temor que siente ira disminuyendo.
Un
locutor o locutora no solamente habla frente a un micrófono, sino que también
se entrega totalmente a su labor, logrando llegar a miles y miles de
radioescuchas. Tengamos en cuenta que con las ganas, la chispa de humor, la confianza tanto en el público como en el
mismo, la sencillez y sobre todo la inteligencia necesaria, un locutor saldrá
siempre triunfador en muchas etapas de su vida, llegando a ser mejor y
preferido por la audiencia.
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